Rutas Trazadas y Geografías Posibles
Han pasado casi 30 años desde que la Sociedad Chilena de Ciencias Geográficas congrega a geógrafos y especialistas en territorio, medio ambiente, lugar y paisaje, del medio nacional e internacional. Lo ha hecho recogiendo los intereses y motivaciones que derivan del trabajo sistemático de investigadores y profesionales que tienen como objetivo producir ciencia en un contexto particular y desde una posición particular. La Geografía como disciplina universitaria ha visto, en esos mismos años, cómo sus bases epistemológicas se densifican y cómo sus métodos y técnicas se complejizan, conforme se materializan avances conceptuales y sus correlatos procedimentales relacionados directamente con el espacio como objeto de estudio. Esa misma Geografía ha debido enfrentar interpelaciones desde el mundo cotidiano a medida que la racionalidad técnico-instrumental copa las agendas de la actuación profesional y los escenarios de producción científica se estandarizan y pierden capacidad difusora para quienes debieran ser receptores del conocimiento creado. La celebración de esta versión del Congreso recoge esta historia y pone al centro de las posibles respuestas, la reflexión y el debate sobre los siguientes elementos:

1. El espacio como categoría central para comprender y transformar el mundo de hoy
Instituciones, actores y enmarcamientos jurídicos que orientan, posibilitan y limitan determinados procesos de producción de espacio se encuentran hoy fuertemente cuestionados por la población. La Geografía, si bien ha hecho frente a esta crisis, tendrá que hacer mayores y mejores esfuerzos para entregar respuestas complejas y dinámicas que presenten un abordaje contextualizado, en el que no se olvide las condicionantes estructurales de las relaciones sociedad-medio que definen a este período histórico. Esto quiere decir, por ejemplo, que es imposible concebir un ordenamiento territorial que no incorpore la dimensión físico-natural del espacio geográfico o que no es posible que en un mundo de migrantes los derechos fundamentales y la ciudadanía estén situados sólo en la escala subnacional, entre muchos otros. Es probable que nunca antes, el campo científico haya puesto tan al centro al espacio como hoy. La Geografía tiene, entonces, una enorme posibilidad-responsabilidad de revisitar, profundizar y ampliar lo ya trazado, para poner a disposición de la sociedad conocimientos geográficos a la altura de este giro espacial.

2. El espacio como una categoría que aborda las problemáticas en su dimensión multicausal
Frente a las sucesivas situaciones de ocurrencia de fenómenos físico-naturales con efectos catastróficos para la sociedad, nuestra disciplina deberá ampliar la capacidad diagnóstica y proyectiva a fin de mejorar las condiciones sociales que permitan encontrar equilibrios para la ocupación, la valorización y el asentamiento humano. Tendrá que poner especial atención a las explicaciones reiterativas y lineales que han estado en la base de estos fenómenos naturales y deberemos avanzar en comprender que muchos de los desastres y catástrofes ocurridos durante estos últimos años tienen entre sus causas, una social, en tanto, la población afectada tenga un alto nivel de vulnerabilidad frente a la amenaza que no fue abordada o que fue insuficientemente abordada; o ya sea, porque quienes concentran el poder de la intervención espacial han actuado fuera de los principios de la justica socio–espacial.

3. El espacio como una categoría que puede ser abordada desde la multiescalaridad
En muchas ocasiones la escala de un fenómeno espacial se aborda, describe o sitúa de acuerdo a arreglos e intereses de quienes planifican, ordenan, gestionan y/o producen los territorios, los ambientes, los lugares y los paisajes. Esta situación genera confusiones relacionadas con los alcances de dichos fenómenos, haciéndonos creer que ciertos hechos se presentan aislados, desconectados o desarticulados, siendo que solo son la expresión puntual de una situación generalizada. De esta forma, es posible señalar que la escala, tiene en parte, una dimensión social, en el sentido de que está siendo producida por un grupo humano en particular. Es aquí donde la Geografía está llamada a alterar las posiciones de habla, permitiendo que la escala manifieste la diversidad, indique las conexiones y muestre las realidades geográficas por medio de representaciones diferenciadas.