Aluvion

El saber geográfico y los desastres naturales

AluvionComo sociedad científica que congrega a académicos y profesionales de las ciencias geográficas y afines, los estudiosos del espacio geográfico, que resulta de la interacción de fenómenos físicos, biológicos y humanos, debemos referirnos a los acontecimientos recientes que han afectado al norte de nuestro de país que no hacen sino confirmar la necesidad de que la población maneje un cierto nivel de conocimientos sobre el funcionamiento del medio del que es parte activa. El saber geográfico no solo es conveniente, sino necesario para comprender problemáticas como los riesgos naturales, el crecimiento de las ciudades, las dinámicas transformadoras en el mundo rural, el uso sustentable de los recursos naturales y los beneficios de ello. Estos temas resultan decisivos para comprender el mundo que habitamos, así como también para el desarrollo de conductas y estilos de vida que permitan a las personas comprender su dinámica.

Por lo anterior debemos hacer presente nuestro aporte académico, científico y profesional a la sociedad en los distintos ámbitos en los que nos desenvolvemos, tales como en la educación escolar, a través de la formación de profesores de la asignatura, quienes transmiten el saber geográfico a las nuevas generaciones; en la formación de geógrafos profesionales que se desenvolverán en la gestión del espacio geográfico; en la investigación científica y en la generación de conocimiento, y en el ejercicio profesional de la disciplina.

AluvionDesde estos ámbitos debiera producirse, por una parte, una conciencia geográfica en el estudiante y en el ciudadano común y, por otra, y fundamentalmente, en las autoridades que tomarán las decisiones con implicancias territoriales. Esta actitud geográfica contribuirá a entender el medio natural y su funcionamiento, para relacionarse con él, adaptarse a él y, llegado el caso, sobrevivir a él; para entender cómo esas relaciones del hombre con su entorno pueden devenir en riesgos y prever las consecuencias de esos riesgos; para conocer las implicancias espaciales de sus acciones cotidianas; para discernir y cuestionar multi-escalarmente las problemáticas espaciales en su entorno; para comprender el ordenamiento espacial y sus motivaciones; para comprender la organización social “espontánea” del espacio; para intervenir y participar en su entorno de forma sustentable y cooperativa; para valorarse como sujeto activo para la sustentabilidad del medio, todo lo cual nos llevará a lograr un “habitar” más justo, más seguro, más tranquilo y feliz.